¿Por qué sueño con The Last Guardian?
Porque Fumito Ueda es un genio.
El lenguaje del videojuego tiene muchas posibilidades que poco o nada se han explotado. La madurez aun no ha llegado a este medio y por ello al día de hoy somos muchos los que no los consideramos arte.
Fumito Ueda y su obra son de los pocos ejemplos que han intentado romper esa barrera existente entre producto que pone a sus servicios artistas y manifestaciones artísticas, y lo que es el arte en si mismo como expresión del alma humana.
Ico y Shadow Of The Colossus no serán el ciudadano Kane del cine o el Maus del comic; pero si son piedras que construyen madures en un medio inmaduro por vocación.
La obra de Ueda se diferencia de las supuestamente “maduras” del video juego, como Metal Gear (una gran historia no es la que mas giros de guión rebuscados tiene) al intentar sumergir al jugador en una aventura que le permita ver como un instante se transforma en el siguiente, narrando mediante la contemplación del vacío, usando el instante como Macguffin narrativo (influencia clara del teatro No japones y su filosofía Zen).
La obra de Fumito Ueda como director de videojuegos (pues trabajo en Enemy Zero como animador) puede ser comparada con las novelas del premio novel de literatura Yasunari Kawabata o con la película sueños de Akira Kurosawa, pues trasmiten el espíritu y sentir del alma japonesa.
Ico (2001) es la insinuación hecha arte, lo que se puede ver y jugar pero que no se evidencia totalmente; un juego que es tan Zen como la misma ceremonia del te.
Shadow Of The Colossus (2005) logra transformarse a través de su ritual de caza de cada coloso en una experiencia sublime, profunda como no puede ser lo explicito, un rito de muerte que es una oda al mundo de lo invisible, desde el que Ueda quiere que el jugador descubra y experimente por si mismo.
¿Por qué sueño con The Last Guardian?
Porque Fumito Ueda es un genio. Porque no lo cuenta todo masticado, sus juegos parecen salidos de un relato del periodo Muromachi; entiende que no se tiene que pintar el 100% del lienzo, allí esta lo encantador de lo mas profundo de aquello que no es explicito.
¿Por qué sueño con jugar The Last Guardian?
¡Por ser sutil como el eco de un eco!
