Majin and the Forsaken kingdom. Una amistad irrompible.
Desarrrollador: Game Republic
Año de salida: 2010
“Hace mucho, mucho tiempo... un joven guerrero, guiado por una bestia divina, unificó los reinos en guerra bajo un mismo estandarte.” Éstas eran las primeras palabras que oíamos al comienzo de ésta maravillosa aventura desarrollada por Game Republic y en la que manejabamos a un joven ladronzuelo sin nombre.
La aventura daba comienzo cuando el muchacho, dotado con el don de hablar con los animales, osaba entrar en las ruinas de un antiguo reino olvidado por más de cien años. Entre sus paredes no tardabamos en toparnos con unas criaturas oscuras y muy peligrosas que pronto descubríamos como inmortales. Acuciados por el peligro y huyendo como buenamente podíamos encontrabamos en las profundidades del viejo castillo a un extraño ser, una bestia enorme que se convertiría sin embargo en nuestro mayor aliado y amigo. El gigante decia llamarse Majin, era un Majin, y decidía bautizarnos con el nombre de Tepeu. Así, Tepeu y el Majin debían descubrir como escapar y tal vez, solo tal vez, encontrar las respuestas al pasado del reino olvidado.
Game republic nos presentó una aventura en la que avanzabamos por sectores del ruinoso reino, zonas no demasiado grandes, más bien pequeñas, donde debíamos sortear o combatir a los numerosos enemigos, a los que solo el Majin podía conceder descanso eterno, y resolver curiosos puzzles, aunque no demasiado difíciles. Esa mezcla dotaba al título de un dinamismo realmente divertido, pues aunque las zonas tenían una manera muy prefijada para ser completadas, se nos permitía pensar como pasar por encima de las huestes oscuras. Por medio del combate o bien escurriendonos como buenos ladrones.
La variedad de enemigos no era muy grande, pero sí que veíamnos una evolución notable tanto en su aspecto y armaduras, como en sus ataques y virulencia, siendo siempre un buen reto enfrentarse abiertamente a ellos. Contabamos de todas formas con el Majin y sus habilidades, además de numerosos combos y ataques especiales conjuntos con los que salir airosos de la lucha.
Tanto Tepeu como Majin subían de nivel con ciertos cristales azules y rojizos que los enemigos expulsaban al morir. A parte, Majin contaba con una serie de frutos que le dotaban de poderes, cuatro en total y mejoras tanto vitales como de fuerza.
Cada zona a resolver guardaba diferentes tesoros, desde vestimentas para nuestro protagonista (así como un par para Majin), a frutos para dar al gigante, pequeñas esferas amarillas que nos traían recuerdos del lejano pasado o simplemente experiencia. Podíamos encontrar también unas pequeñas flores azuladas que al recogerlas se convertían en los “botiquines” para Majin. Mientras, a nosotros nos curaría el gigante. Conseguir el 100% de todos esos tesoros no es muy dificil y se puede lograr tranquilamente en una primera partida.
En cuanto a los puzzles, éstos basaban su resolución -en la gran mayoría de los casos- en los poderes del gigante, con lo que muchos de ellos estaban bloqueados al principio del juego y podían desbloquearse en las partes finales del mismo.
La historia se nos narraba a través de escenas bellamente dibujadas a mano y relatadas como el más clásico de los cuentos. Y la banda sonora, si bien no resaltaba realmente por ningún tema, era muy hermosa cuando lo tenía que ser y realmente frenética en los combates o contra los grandes jefes finales.
Destacar también que esos grandes jefes finales debían ser derrotados aplicando la lógica, pues ellos mismos eran puzzles muy conseguidos y con gran ritmo.
Majin and the Forsaken Kingdom es un juego que ciertamente no destaca o brilla en nada en particular y en su momento pasó muy por debajo de cualquier radar. Pero si le dedicas un poco de tiempo descubriras una verdadera joya tan olvidada como el reino donde transcurre. Es divertido, es hermoso, es sobrecogedor y engancha como pocos. Sus protagonistas te atrapan desde el principio por su carisma y por como derrochan personalidad. Es una delicia ver al Majin dar traspies por lo patoso que es o escuchar sus frases casi de niño pequeño. Por su parte Tepeu es un heroe atípico que de buscar solo su benefíco acaba dandolo todo por un ser extraño y del que apenas conoce nada. Realmente uno de esos juegos que todo el mundo debería de probar, dar una oportunidad y no dejar en el ostracismo. Un titulo que en su concepción es modesto, pero que en su corazón es un gigante.
Nota: ¡¡¡Ahora yo luchar mucho más mejor!!!
