Xenoblade Chronicles

Monolith Soft, 2010

Nuestra aventura comienza de la manera más épica inimaginable, justo en el centro de una terrible batalla en la que la humanidad pende de un hilo. Solo algo se interfiere entre nuestra especie y los fríos Mekons, y no es otra que la todopoderosa Monado, el único arma capaz de destruir definitivamente a nuestra peor pesadilla. Así comenzaba Xenoblade Chronicles, la majestuosa obra de Monolith Soft para la Wii de Nintendo y que años más tarde volveríamos a ver en un port para New 3DS.

El juego en cuestión es un Jrpg con ciertos toques de mmorpg, en el que se nos narra en un principio como dos gigantescas figuras, Bionis y Mekonis, se ensarzan en un combate eterno sobre las aguas de un mundo aparentemente vacío. Los dos gigantes se dan muerte mutuamente y sobre sus cuerpos se desarrolla más tarde la vida. Miles de años después nos topamos con quien será nuestro alter ego en el título, el joven e inquieto Shulk, un simple muchacho abocado a convertirse en el heredero por accidente de la mortal Monado y que se verá arrastrado a un sinfín de peligros sobre las superficies de los dos enormes cadáveres. Aunque lejos estemos de tan siquiera imaginar lo que nos depara el destino.

Lo que en principio más nos impacta del juego es la gigantesca proporción de los terrenos a cubrir, unos escenarios simplemente descomunales y cargados de movimiento y vida, donde multitud de enemigos -unos más agresivos que otros- pululan en total y libre albedrío. Cuando nos topemos con alguno de esos seres comenzará el combate, en tiempo real, y que simula un poco el estilo de los mmorpg en su desarrollo, eligiendo entre varias acciones disponibles la que más se nos antoje.

La dificultad del juego es bastante elevada, encontrando que cualquier contrincante que nos supere con tan solo un par de niveles más que nosotros se convertirá en un auténtico desafío y en los que tendremos que hacer uso de grandes reflejos para salir airosos. Es muy normal el que nos aniquilen con facilidad, aunque nada que no se evite con un poco de paciencia y leveo.

Gráficamente esta a un gran nivel, con un apartado artístico envidiable y unos escenarios muy distintos entre sí. Los enemigos también son bastante variados y se mueven realmente bien. Quizá queda por detrás el aspecto de los rostros de los protagonistas y npc´s, algo flojo. En cuanto a efectos queda bien surtido y en algunos momentos quedaremos con la boca literalmente abierta.

La banda sonora tiene multitud de cortes muy diferentes, tanto melancólicos, como alegres o épicos y nunca desentonan. Es más, como OST es de lo mejor que he escuchado. Y los efectos sonoros no le van a la zaga, contando además con un gran doblaje al ingles -tranquilos, el juego está traducido al castellano brillantemente.

Y por último y como muchos querrán saber, en cuanto a duración, nos encontramos con uno de los Jrpg más largos que he podido jugar nunca. Mi aventura duró casi las 100 horas, sin apenas secundarias, y llegando muy justito de nivel para el último jefe. Y cuando digo justito hablo de nivel 84.

Encontrarme con éste juego ha sido de lo mejor que me ha pasado en mi vida de jugón y se ha ganado por méritos propios el tercer puesto en mi top de juegos. Su historia, cargada de heroismo, sentimientos, lucha y brutales giros de guión, me dejó tan lleno que me sentí completamente perdido al terminarlo. Sus personajes, tanto heroes como villanos poseen una fuerza abrumadora y están soberbiamente construidos bajo fuertes personalidades, a la vez que el desarrollo posee momentos que brillan con tal fuerza que apenas te dejan sin aire. Shulk se ha ganado un rincón importantísimo en mi juegoteca, gracias a una odisea que dificilmente tiene rival y con un carisma infinito.