top of page

Hiperconsumismo // hiperpesimismo


Desde un tiempo a ésta parte podemos observar dos fenomenos que van muy de la mano, pese a que realmente poco tengan que ver. Se trata por un lado de la necesidad compulsiva de consumismo y coleccionismo y por el otro el pesimismo y la cada vez más imperante sensación de decepción y estafa. Llevo muchos años en el mundillo del videojuego y aunque tengamos relativamente presente la fulgurante explosión de vida que disfrutó el sector en la generación de PSX/SATURN/N64 y que nos llevó hasta lo que es la industria a día de hoy, jamás he visto el circo que presenciamos casi a diario.

Cierto es que nadamos en la abundacia informativa y que tenemos muchísimos medios para adquirir conocimientos y noticias de todo lo que sucede, pero aún es más cierto que esa misma abundancia está convirtiendo a la inmensa masa videojugadora en un ente autodestructivo y que recuerda a la mítica serpiente Uroboros o simbolo del infinito, esa pescadilla que se muerde la cola.

Cada bit de información que entra por nuestros ojos y que es asumido como verdad nos desarraiga más de una realidad muy patente, pero que apenas vemos ya. Y que no es otra que la de un sector que se está devorando a sí mismo y que está en clara decadencia.

Seguramente, a éstas alturas muchos consideraran esa obsolescencia videojueguil como culpa indiscutible de las compañías y sus absurdas políticas, pero bajo mi punto de vista gran parte de ella reside en esa misma masa videojueguil.

Es imposible desviar la vista ante el ansia consumista del quiero más y mejor de a diario, el deseo irracional de adquirir cuales sean ediciones especiales, de juegos o consolas, lo mismo da. Que me sacan un Gears of War 4 edición coleccionista, allí que van todos a comprarla, sin tan siquiera parar a pensar. Y eso ocurre continuamente.

¿Que clase de información le damos a esas compañías? Pues únicamente la de que todo lo que pongan a la venta venderá. No importa si el precio es algo injusto (o mucho), sabemos que se venderá. Todo ésto nos ha llevado irremediablemente al momento actuál que vivimos, en el que esas mismas compañías (que no olvidemos NUNCA, solo éstan para ganar dinero) se vean en un extraño limbo en el que sus clientes piden a gritos más y más, mejor y mejor y que solo obtienen decepciones unas detrás de otras, porque eso que les ha llegado no es lo que esperaban. Y todo ello no es más que un triste reflejo de ese hiperconsumismo en el que nos han educado y del que nunca nos saciamos. Es imposible que una industria satisfaga a todo el mundo, nunca ha sido algo factible y tanto cine como música o literatura han sufrido y sufren de ello. Pero el ciclón destructivo que nos azota en el mundo pixelado es inviable. Exigir como se exige, sin pararse a pensar lo que supone solo nos reporta decepciones unas detrás de otras.

¿Queremos consolas nuevas? Pues toma dos tazas, pero ojo, que no es lo que pedíamos, pues venga, a dar palos. Gente del mundillo, aprendamos a ser un poco más coherentes y disfrutar más de lo que tenemos, porque a éste ritmo acabarameos con ésta afición que tanto queremos. ¿Porqué es tan necesario el cambio de consola o Pc? ¿Porque son tan necesarios gráficos mejores cada vez con menos diferencia de tiempo? ¿Que sacamos de tanta vorágine de frames o resoluciones? ¿Es que ya solo nos divertimos viendo enormes escenarios perfectamente recreados? Porque por lo menos en mi caso no es así. Sigo jugando con todas mis consolas y apreciando los juegos de sus catálogos con el mismo entusiasmo que cuando salieron. Y me entristece como la mayoría ha olvidado lo que es coger un mando (o un teclado y un ratón) y simplemente dejarse llevar, sin tanto analizar, sin tanto buscar lo malo, disfrutando por disfrutar. Dejemos de exigir sin miramientos y dejemos a los que desarrollan que respiren, para que así puedan trabajar mejor y darnos mejores experiencias.

Dejemos de pedir y pedir y JUGUEMOS A VIDEOJUEGOS.


Posts Destacados
Posts Recientes
No hay tags aún.
Buscar por Tags
Archivo
bottom of page